Scrapbook exprés

     En mi primer post hablaba de que una de las motivaciones que me llevaban al mundo de la experimentación con los materiales que tuviese a mano, era hacer regalos.

    Al principio porque no tenía mucho dinero y tocaba reciclar/inventar con lo poco que tenía a mi alcance, y luego al valorar la parte tan bonita de lo personal que resulta un regalo hecho por ti misma, siempre que he tenido tiempo me he inventado alguna cosa.

  Lo más fácil siempre ha sido una tarjeta: cartulinas y papel de regalo, unos bolis de purpurina y alguna cosita más. Ahora sé que eso se llama scrap y aun sigo haciendo tarjetas de cuando en cuando, solo que ahora tengo más conocimientos, tanto plásticos como otras herramientas, y más material a mi alcance como el ordenador, una impresora, Internet y photoshop, así que a veces lo que empieza siendo una simple tarjeta se convierte en otra cosa.
  Y esta semana he tenido dos regalos exprés, el primero exprés por lo rápido que lo hice, el segundo realmente tenía poco tiempo (tres horas) y la idea era hacer una tarjeta sencilla, pero  me entusiasmé al trabajar con la foto que quería incluirle y me salió otra cosa.

Regalos con corazón

  Regalos con corazón

  Este post lo dedico a todas esas pequeñas personitas que van pasando por mi vida enseñándome cosas que los adultos "normales" no son capaces de entender, aun no he dicho nada de mi profesión en la vida, ahora me confieso: soy maestra. 
   Y en mi aula guardo siempre un rinconcito de la pared al que le pongo un cartel "rincón creativo" y voy colgando todos los dibujos que me van regalando, para ellos es señal de que me gusta recibirlos, para mí son los premios que mantienen mi ilusión de seguir enseñando/aprendiendo junto a ellos.
  Y en mi habitación, tengo otro de esos rincones, pero de mis sobrinos, a quien la pesada de su tita les saca papeles y lápices de colores cada vez que puede y les pregunta cosas para que dibujen a su antojo. 

   De todos esos regalos esta semana pasada me he tropezado con dos mientras organizaba mis cajas y carpetas, que han rodado conmigo en mis mudanzas -¡Qué suerte!- me he dicho,- estos no los he perdido- (es inevitable perder cosas en las mudanzas, por mucho que las organices, ahí están los duendes atentos para quedarse con alguna cosa)

Un regalo para Max

      Considero que la llegada de una nueva personita al mundo es un milagro y viene a mi cabeza la imagen de ese cuento de hadas dónde las hadas visitan a la recién nacida y le van regalando dones para que su vida esté llena de felicidad.
  Ya me gustaría ser un hada para hacer ese tipo de regalos, pero como eso es un cuento, me toca pensar en las personas que hacen realidad ese milagro y qué cosa les puedo ofrecer para este momento tan especial de sus vidas.

 El verano pasado una amiga mía se encontraba en estado de buena esperanza (me encanta esta forma de decirlo) y me merodeaba la inquietud de qué podría gustarle, por supuesto le pregunté si necesitaba algo, pues la verdad es que a veces lo que más se valora es ayudar a completar el ajuar. En este caso estaba completo y todo muy azul pastelito.

Un par de amigas y una idea

  Un par de amigas y una idea

     El libro que estoy elaborando para la gente de Colombre está teniendo mucho éxito, cada vez que voy por allí  y alguien lo hojea me pregunta por cómo se hace o cómo se me ocurrió, o cualquier otra cosa.

  Y en especial un par de amigas les ha gustado tanto que me dieron la idea de organizar un taller porque ellas quieren aprender algo de esta técnica y Colombre es un sitio abierto a organizar cositas culturales varias, así que me comprometí a organizar un taller para elaborar algo sencillo no solo para ellas, sino para quienes quisieran compartir dichas técnicas.
  La idea me tiene emocioná y llevo más de  un mes preparándolo. Espero que salga adelante y me divierta un buen rato.